domingo, 26 de febrero de 2012

La revolución de oftalmología



El doctor Juan Barbón durante una exploración a
un paciente en el servicio de Oftalmología del San Agustín
 .
Foto: Sergio López

De forma silenciosa, los servicios de Oftalmología españoles han vivido en poco más de dos décadas una revolución que se ha traducido en tratamientos más eficaces y menos agresivos para sus enfermos; unas herramientas de exploración nunca conocidas y la posibilidad de curar enfermedades que hasta hace poco condenaban a la ceguera a la persona. «Es algo que ha sucedido en todos los hospitales, pasamos de ser una de las 'marías' a uno de los servicios con más actividad», describe la doctora María Victoria Abelairas Gómez, jefa del servicio de Oftalmología en el Hospital San Agustín de Avilés.
Así, el pasado año superó las 30.000 consultas, con un incremento de 3.000 sobre el ejercicio previo. Además, en 2011 realizó más de 1.400 intervenciones quirúrgicas, una cifra comparable a Traumatología, uno de los departamentos que cuenta con más peso en la actividad quirúrgica del centro.
Detrás de este aumento de la actividad, existe una razón demográfica, como es el envejecimiento de la población, que implica una mayor demanda de atención oftalmológica.
«En realidad, un servicio de Oftalmología atiende a todas las edades. Se ven niños de dos años con problemas de ojo vago para corregirlo o de estrabismo y personas mayores con cataratas o enfermedades de la retina», explica la doctora Abelairas.
La cruz de esta situación se traduce en un aumento de las listas de espera. El San Agustín cuenta con un equipo de 11 oftalmólogos que, junto con 3 enfermeras y cinco auxiliares tratan de reducir al máximo la demora para ser atendida en la primera consulta de Oftalmología, que ronda los sesenta días.
«Muchas de las enfermedades que tratamos se asocian a la edad; una vez que llega el paciente, tendremos que atenderle en el futuro, hacer revisiones. Esto provoca que aumente la carga de trabajo de forma exponencial», explica la doctora Abelairas.
La jefa del servicio cita el ejemplo de la degeneración macular de la retina asociada a la edad o la diabetes, patologías que obligan a un seguimiento del paciente durante toda su vida. A ello se unen los episodios de conjuntivitis adenovíricas que, cuando llegan en forma de epidemia, disparan la presión sobre la agenda de trabajo.
Los datos de la actividad de los oftamólogos avilesinos son reveladores. De las 30.000 consultas del pasado año, cerca de 11.000 fueron primeras visitas frente a las 19.000 sucesivas.
Las consultas de Oftalmología también cuentan con una particularidad. Todas se realizan bajo el sistema de 'alta resolución', es decir, en la primera visita se la hacen las pruebas necesarias para que al paciente reciba el diagnóstico. Esto obliga que la estancia en el hospital sea larga. Es normal que sea necesario aplicar dilataciones y realizar exploraciones para completar el diagnóstico.
«En los últimos años, el desarrollo de diferentes técnicas diagnósticas nos permiten tener una información muy precisa sobre el ojo», explica la doctora Abelairas. Es el caso del OCT o escáner de retina adquirido hace unos tres años con una inversión de 90.000 euros y que facilita a los oftalmólogos una imagen muy precisa de la retina. O el retinógrafo-angiógrafo, cuyas imágenes del fondo del ojo facilitan el seguimiento de las patologías vasculares, explica la jefa del servicio.
Además recuerda que en las consultas se aprovecha para hacer prevención y es frecuente que se tome la tensión ocular para detectar de forma precoz enfermedades como puede ser el glaucoma.
También cirugía
Pero es que, además del trabajo en las consultas externas, el equipo de oftalmólogos atiende una intensa actividad quirúrgica. Durante el pasado año, se superaron las 1.400 operaciones. «El 99% de nuestras operaciones son por cirugía mayor ambulatoria en el hospital de día quirúrgico», explica María Victoria Abelairas.
Desde la intervenciones de cataratas, a glaucomas, párpados, desprendimientos de retinas... La cartera de servicios del centro incluye 18 procesos diferentes, algunos muy novedosos como el tratamiento de la degeneración macular húmeda, donde nuevos medicamentos aplicados mediante inyecciones intravítreas frenan un proceso que hasta hace unos seis años conducía a la ceguera. «Como mínimo se aplican 3 inyecciones en cirugía ambulatoria y después se hace un seguimiento constante de la persona durante el resto de su vida», explica la jefa del servicio.
La presión asistencial no impide que los oftalmólogos avilesinos dediquen tiempo a la investigación. «Somos el servicio de Asturias que más publica y con una mayor presencia en congresos y reuniones científicas», destaca la doctora Abelairas.


Artículo publicado en La Voz de Avilés el 22 de febrero de 2012

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